En el fallo de primera instancia se concluyó que la canción “Dark Horse” de Katy Perry utilizaba efectivamente material protegido de la canción “Joyful Noise” ya que “ambas canciones contenían una expresión sustancialmente similar susceptible de ser protegida por derechos de autor”. Adicionalmente, se determinó que los demandantes tenían derecho al 22,5% de las regalías que se percibieron por la distribución de la canción “Dark Horse”, lo que supuso una decisión final de 2.8 millones de dólares por daños y perjuicios a favor de los demandantes.

Posteriormente, Katy Perry apeló dicha decisión de primera instancia, solicitando que se dictara sentencia como cuestión de derecho y como pretensión subsidiaria. Perry solicitó que se celebrara un nuevo juicio de conformidad con la Regla Federal de Procedimiento civil.

El 18 de marzo de 2020 el Tribunal de Los Ángeles, California revocó el fallo que inicialmente, declaraba a los demandados responsables por el supuesto plagio de la melodía de “Joyful Noise” y como consecuencia de esto, la condenaba a pagar una cantidad de 2.8 millones de dólares. Esta decisión se fundamentó tanto en la falta de material probatorio que demostrara la infracción a los derechos de autor que protegían la melodía u ostinato, como en la afirmación de que el ostinato que contenía la canción “Joyful Noice” no era lo suficientemente original para ser protegido por derechos de autor:

 “El hecho de que tanto Joyful Noice como Dark Horse utilicen “secuencias de ocho notas” tocadas con un ritmo uniforme es una opción musical igualmente “trillada” que queda fuera de la protección de la ley de derechos de autor” [2]

 “Las actas del juicio nos obligan a concluir que los ostinatos de que se trata aquí consisten enteramente en elementos musicales comunes, y que las similitudes entre ellos no surgen de una combinación original de estos elementos. En consecuencia, el veredicto del jurado que encontró a los acusados responsables de violación de derechos de autor no estaba respaldado por las pruebas”[3]

Finalmente, el Tribunal ordena que se anule el fallo del jurado y concluye que en la canción “Dark Horse”, Katy Perry no incurrió en una infracción a los derechos de autor del demandante dado que el ostinato compuesto por 8 notas “no es una combinación particularmente singular y distintiva al resultar esta del uso de principios musicales comunes y no originales y consecuentemente, no puede ser la base de una reclamación por infracción de derechos de autor por sí mismo”[4]. Asimismo, se concluyó que los demandantes no presentaron el material probatorio suficiente que demostrara que “Joyful Noise” y “Dark Horse” eran  “obras extrínsecamente similares con respecto a cualquier característica musical que sea protegida por la ley de derechos de autor”.[5]

 

[1] Estudiante de derecho de la Universidad Javeriana y auxiliar asociada en propiedad intelectual en Baker Mckenzie.

[2] UNITED STATES COURT OF APPEALS FOR THE NINTH CIRCUIT (Marcus Gray, PKA Flame; Emanuel Lambert; Chike Ojukwu vs Katheryn Elizabeth Hudson, PKA Katy Perry; Jordan Houston, PKA Juicy J; Lukasz Gottwald, PKA Dr. Luke; Sarah Teresa Hudson; Karl Martin Sandberg, PKA Max Martin; Henry Russell Walter PKA Crikut; Kasz Money Inc; Capitol Records, LLC; WB Music Corp.; Kobalt Music Publishing America Inc., [2022]) https://law.justia.com/cases/federal/appellate-courts/ca9/20-55401/20-55401-2022-03-10.html

[3] Ibídem

[4] Ibídem

[5] Ibídem