De acuerdo con la legislación holandesa, el derecho patrimonial de una obra se extiende durante la vida del autor y hasta setenta años después de su fallecimiento, lo que implica que para este año la obra entraría al dominio público. Sin embargo, la Fundación Anne Frank ha comunicado su intención de lograr una prórroga en el término de protección a los derechos patrimoniales derivados de la misma.
Lo anterior, bajo el argumento de que el trabajo de Otto Frank en el compendio del diario constituyó más que una actividad meramente instrumental. De acuerdo con la Fundación, el aporte de Otto lo convierte en coautor.
Una afirmación de este tipo tendría varias consecuencias: primero, el término de protección se extendería hasta 2051, año en el que se cumpliría el septuagésimo aniversario de muerte de Otto; segundo, por respeto a los derechos morales de Otto, su nombre debería aparecer junto al de Anne en todas las ediciones del libro y en toda ocasión en que se mencione a la obra; tercero, no hay certeza de cómo se vería afectado el legado de la obra y la percepción del contenido de la misma, ya que ha sido generalmente proclamado que el libro consiste en los pensamientos y experiencias de la escritora más joven del mundo. Incluso se ha dicho que en esta característica reside el impacto de muchas de sus reflexiones y enseñanzas.
El debate sobre qué sucedería con uno de los libros más representativos del siglo XX apenas está iniciando.