Por: Pedro J. Londoño

La Corte Distrital del Sur de Illinois decidió la demanda interpuesta por la artista y tatuadora norteamericana Catherine Alexander contra las compañías WWE y 2K Games Inc. En la demanda presentada en abril de 2018, la accionante alegaba una infracción a su derecho de autor por parte de los accionados por el uso no autorizado de cinco de sus tatuajes plasmados en el cuerpo del reconocido luchador Randy Orton, entendidos como obras protegidas por el derecho de autor. Los demandados replicaron el personaje de Randy Orton en los videojuegos llamados WWE 2K16, WWE 2K17 y WWE 2K18 junto con los tatuajes que tanto lo caracterizan. Por su lado, las compañías demandadas basaron su defensa en las reglas de "fair use" establecidas por la normativa norteamericana, y en una supuesta licencia de uso implícita que Alexander otorgó a Orton al tatuar sus diseños en una figura pública. También sostuvieron que el uso de los tatuajes era un uso mínimo “the minimis”.

El jurado del caso decidió el pasado 30 de septiembre de 2022 que los demandados no habían probado que el uso de los cinco tatuajes obedeciera a un uso justo. No obstante, el jurado condenó a los demandados por las pérdidas sufridas por la tatuadora a pagar sólo la suma de USD $3750. El jurado no condenó por suma alguna a los demandados por los beneficios que pudieron haber obtenido con el uso no autorizado de los tatuajes. A demás de lo anterior, la juez del asunto dejó claro que la defensa bajo el argumento del uso mínimo era sostenible sólo en casos de uso o copia parcial y pequeña de la obra, “insignificante”, y no como en este caso ocurrió, de la totalidad de la obra.

Esta decisión supone un precedente significativo para los creadores de videojuegos basados en personajes de la vida real, que deberá ser tenido en cuenta a la hora de crear contenidos.

Los documentos del caso pueden ser consultados aquí.