Autor: Maritza Sierra Hernández

El pasado 23 de septiembre de 2015, un juez del distrito de California decidió la acción de clase presentada por varios interesados en declarar como inválido el Copyright que alegaba tener Warner Chapper Music Inc y Summy-Birchard Inc respecto de la famosísima obra musical. Para efectos de esta historia es importante tener presente que la canción “Good Morning To All” y “Happy Birthday To You” comparten el mismo ritmo y melodía.

De acuerdo con la evidencia, en algún momento antes de 1893, Mildred y Patty Hill escribieron la canción “Good Morning”. En 1893, las hermanas Hill cedieron los derechos de esta canción y otras a Clayton F. Summy. En el mismo año, Summy procedió con la solicitud de registro del manuscrito de las canciones bajo el título “Song Stories”. Más adelante, en 1921 después de la muerte de Mildred, Jessica Hill, hermana de las autoras, solicitó la renovación del registro del manuscrito pues bajo el Copyright Act de 1909, las obras recibían una protección que se extendía por dos años consecutivos con posibilidad de prorrogar este término 28 veces más. Es decir, que de acuerdo con la legislación americana de ese momento, el copyright de “Song Stories” que incluía la canción Good Morning, expiraba en 1949.

La historia tiene enormes zonas grises cuando se trata de encontrar el origen de la letra de “Happy Birthday” porque ciertamente esta no aparece en “Song Stories” y desde 1901 se registran las primeras menciones escritas a la canción, aunque no aparece publicada la letra en su totalidad. En estas publicaciones también se llama la atención sobre la similitud con “Good Morning” y ninguna de ellas menciona el nombre del autor de “Happy Birthday”. Pero no es sino finalizando los 30’s que la canción empieza a aparecer en películas y en 1933 es interpretada públicamente en el juego “As Thousands Cheer”. Lo que provocó que Jessica Hill presentara una demanda en contra de los organizadores del juego pero curiosamente ella no alegó la infracción a los derechos de “Happy Birthday” sino la infracción al copyright de “Good Morning”, teniendo en cuenta que las dos comparten la misma melodía. Lo curioso fue que durante el juicio, Patty, la hermana supérstite, aseguró ser también la autora de la letra de Happy Birthday.

Dos años después, en 1935 Summy Company registró dos obras tituladas “Happy Birthday to You”. De hecho, uno de esos registros fue el que sirvió de base durante todos estos años para la reclamación de regalías por parte de Summy. Y en 1942, una nueva demanda es presentada por las hermanas Hill en contra de Summy, argumentando que este había estado concediendo licencias de uso sin su autorización. El procedimiento terminó con un acuerdo entre partes, a partir de cual Summy ostentaría la posibilidad de conceder licencias sobre 11 canciones de autoría de las Hill, incluyendo “Good Morning” y “Happy Birthday”.

Para las partes era claro que la melodía de “Happy Birthday” es una copia de la de “Good Morning”, que entró al dominio público en 1949. La disputa se centró en la autoría de la letra. Para los demandantes, la letra no fue escrita por Patty Hill y el copyright respecto de la misma se perdió debido al abandono del autor desconocido.

La distinción entre melodía y letra se volvió relevante cuando el juez señaló que el registro hecho por Summy es inválido.  En el registro Summy usó la expresión “nueva melodía en piano y texto” para referirse a “Happy Birthday” como obra derivada de “Good Morning”, dejando un espacio a la duda de si la letra fue correctamente registrada y depositada. Summy alegó que la mención al registro del “texto” implicaba el registro de la letra como parte de la nueva obra. No obstante, la versión de Summy perdió peso cuando se observó que en el registro aparece como autor Preston Ware Orem, empleado de Summy que había trabajado en la melodía, pero no se mencionó a Patty Hill.

Más importante aún, el juez consideró que no había prueba suficiente de que la autoría de la obra perteneciera a Patty Hill, pues había evidencia adicional que enseñaba que “Happy Birthday” había sido mencionada en publicaciones escritas 40 años antes de que Patty se autoproclamara autora de la obra en el juicio contra los organizadores de “As Thousands Cheer”. Así que, considerando el error material en el certificado de registro y la falta de certeza sobre la autoría de Happy Birthday, la sentencia concluye diciendo que Summy no tiene ningún derecho para expedir licencias de uso y recibir dinero por ello respecto de una de las canciones más conocidas y cantadas a nivel mundial.

El texto completo de la sentencia puede ser consultado aquí.